" Ploud Flesh " de Sally Mann.

  Me atrevo en esta ocasión con un trabajo de mi adorada Sally Mann. Sigo con precisión hipnótica proyecto tras proyecto la evolución de esta mujer valiente, cabezota, brillante, incalificable y maravillosa. En estas ocasión se trata de “Proud flesh”, un estudio muy particular de Larry Mann, el amor de su vida. Como con muchas de las obras publicadas por Aperture, este es un magnífico libro de fotografía en el que se ha cuidado hasta el más mínimo detalle. Tenemos el propio volumen, que es imponente: 30x36 cm, encuadernado en tela gris con fotografía adherida en la portada, luego está el texto que acompaña a las imágenes escrito por la poetisa Carolyn D. Wright y, por supuesto y fundamentalmente, las treinta y tres placas de Larry a gran tamaño y una calidad de reproducción estratosférica.





 No se trata de un libro al uso desde ningún punto de vista. El papel es de muy alta calidad, la encuadernación también, el texto de Wright es presentado como “contribución” a la obra y ciertamente lo es, y luego está el título. Como bien sabemos los que seguimos a Mann, ella es muy particular en el uso del lenguaje, tanto en sus conferencias, como en sus escritos, o en “Hold Still”, el libro autobiográfico publicado en 2015 que quedó finalista en el National Book Award de 2016. Para este proyecto tan íntimo ha elegido un título con doble lectura: “Proud flesh”, que literalmente significa “carne orgullosa”. Pero que también es un término médico, se traduce como “tejido granular”. Es el que se forma en algunas cicatrices de forma anómala y que las hace muy especiales, perfectamente reconocibles y parcialmente disfuncionales. Como disfuncional es ahora la vida de Larry Mann.


     











 Todos estos mínimos detalles perfectamente cuidados contribuyen a que una vez te sumerges en el libro por primera vez te veas envuelto por las sensaciones que Mann nos quiere transmitir. Lo primero es que se trata de un conjunto de imágenes más cerca de la poesía que del documento. Si este trabajo destaca por algo es por la enorme fuerza de su componente psicológico y emocional. Son 33 imágenes con las que ella quiere llevarnos a donde ellos dos están, nos transportan al mundo que ella y Larry comparten. Porque su marido sufre desde hace 16 años distrofia muscular, una enfermedad que va minando cruel y lentamente su salud, su movilidad y que pone en riesgo su vida. Las imágenes que aparecen en el libro abarcan un periodo de seis años, desde 2003 hasta 2009. Cuenta Sally en una entrevista que se hicieron siempre a iniciativa de Larry y en total silencio, buscando momentos y sensaciones que reflejaban su vida cotidiana. Por ello es tan pertinente la técnica del colodión húmedo y más todavía de la manera como ella la practica, intentando sugerir, sin apenas definición, con desenfoques y claroscuros brutales, sumergiéndose en un tiempo que transcurre lentamente pero que al mismo tiempo le va arrebatando minuto a minuto lo que más ama. Porque más que una descripción de un proceso degenerativo, es una crónica de cómo ellos dos lo viven como pareja. Mirando las imágenes es obvio que están juntos en esto, hay tanta intensidad emocional que “Proud flesh” no puede ser sino “su” historia. A Larry muchas veces se le intuye más que se le ve, tan frágil, tan vulnerable y tan valiente mostrándonos su cuerpo en pleno declive, él que antes era todo un atleta. Es un conjunto de imágenes inquietantes y sublimes al mismo tiempo. Son desnudos de Larry con un punto de sensualidad, de confianza suprema, de sexualidad y ternura inconmensurables. Sally explora con maestría ese territorio que recorren juntos y lo hace “en voz baja”, como diría el maestro Ochoa. Sin hacer ruido, sin estridencias y alojándose en tu retina para siempre.







© del artículo: Manuel Arellano.


Comentarios

Entradas populares de este blog

La expresión creativa, fotografía y pintura.

Jason Lee.